Donde el viento borra al tiempo...
Pensé que podría resultar más sencillo cargar con la responsabilidad de sentirse un distinto, una suerte de mesías…
Esa fue la sensación que me invadió cuando regresaba de Strobel, teniendo aun la meseta a mis espaldas. Procesar tanta información recibida no era sencillo, pero inmediatamente supe entender que había sido elegido por alguna fuerza superior. Ese memorable viaje me convertiría en un instrumento. Tenía sobre mis hombros la difícil misión de comunicar a la humanidad que se puede ir a Strobel y… no tener una buena pesca!!!
Habiéndome puesto a salvo de la difícil experiencia a través del humor, con la mera intención de ahorrar en psicólogos, debo decir (ahora seriamente) que viví, junto a mis compañeros de viaje, una e Ver más...Donde el viento borra al tiempo...
Pensé que podría resultar más sencillo cargar con la responsabilidad de sentirse un distinto, una suerte de mesías…
Esa fue la sensación que me invadió cuando regresaba de Strobel, teniendo aun la meseta a mis espaldas. Procesar tanta información recibida no era sencillo, pero inmediatamente supe entender que había sido elegido por alguna fuerza superior. Ese memorable viaje me convertiría en un instrumento. Tenía sobre mis hombros la difícil misión de comunicar a la humanidad que se puede ir a Strobel y… no tener una buena pesca!!!
Habiéndome puesto a salvo de la difícil experiencia a través del humor, con la mera intención de ahorrar en psicólogos, debo decir (ahora seriamente) que viví, junto a mis compañeros de viaje, una experiencia para atesorar. Con mi amigo Ignacio Ordóñez decidimos dar su bautismo de fuego a la nueva generación de reels Correntoso. Y decidimos que Estancia Laguna Verde era el sitio indicado para hacerlo.
Strobel es un lugar realmente impactante, que se parece muy poco a la Patagonia que acostumbramos transitar. Pone en línea directa con un tiempo remoto y somete a voluntad a sus visitantes, con rigor geográfico y climático. Los helados vientos del Pacífico, la aspereza de las rocas, una fauna sorprendente e incontables testimonios de otras civilizaciones, son elementos que invitan a transformar la visita a Strobel en una experiencia que excede por mucho a las descomunales arco iris que lo habitan. Pero claro, cómo hacer para ir a Strobel y encontrar tiempo para no pescar? Tiempo… tal vez lo único que le faltó a este viaje.
Bueno, ya no puedo seguir escapándome, tendré que hablar de pesca. Sin dudas (y felizmente) cada medio acuático habitado por peces, tendrá siempre algo para enseñarnos. Abril es un mes en que Strobel suele ofrecer las capturas más importantes, pero a la vez muchas truchas comienzan a mostrar cambios en su metabolismo debido a las bajas temperaturas. Todo suele tornarse muy, pero muy lento debajo del agua. Muchas de las capturas mostraron poca energía. A eso sumamos un río Barrancoso que se pone muy bajo y técnico, con pools que no admiten la presencia de más de una caña. Sin dudas, más allá de cualquier apreciación, presenciamos dos o tres días absolutamente atípicos para el lugar. Conversando con la gente del lodge y los guías, atribuimos a la muy baja presión y la lluvia los magros resultados de nuestra pesca. Debemos situarnos en lo que normalmente ofrece este lago para luego decir que pasamos toda una tarde, por ejemplo, sin un solo toque en 5 cañas…
Insisto en que esta serie de apreciaciones corresponde a un lugar al que un pescador va con las expectativas muy altas. A punto tal, que se puede ir a calentar el brazo cada mañana a la laguna que está a pocos metros y lograr en una hora al menos un par de truchas de 1,5 a 3 kilos. Nada mal para una entrada en calor previa al riquísimo desayuno de cada mañana. El lago nos dio, de todas formas, tres o cuatro capturas que fueron de los 4 a los 7,5 kilos. La más grande de ellas con mosca seca. Intentamos de todo, cambiando líneas, moscas, stripeos, todo lo que pudimos hacer lo hicimos. Párrafo aparte a nuestros guías Darío y Cristian que no dejaron de buscar, visiblemente molestos por los resultados pero mostrándose siempre optimistas.
Si bien pudimos pescar el Barrancoso apenas una mañana, también nos regaló la posibilidad de pescar a pez visto y con secas truchas que resultan descomunales para un curso de agua de esas dimensiones. En el momento posterior a la tomada, es increíble observar la diferencia en el comportamiento entre machos y hembras. Los primeros suelen irse hacia el fondo y pelear describiendo círculos. No están dispuestos a abandonar el lugar al que les costó un importante esfuerzo llegar. Las hembras en cambio, suelen saltar y correr, tratando de ganar la corriente e incluso trasladarse al siguiente pozo. Cabe destacar que entre un pozo y otro hay importantes desniveles.
Tal vez en este primer viaje nos quedó como pendiente general poder pescar a pez visto con scuds. Las condiciones nos obligaron a utilizar principalmente streamers y, llegado el caso, algunas moscas secas.
Realmente muy contentos con el comportamiento de la nueva generación del reel Toro 7/8 y el flamante Puma 5/6, volvimos con muchas imágenes de ellos en acción y, sobre todo, ganas de volver para gastarles los frenos.
Un especial agradecimiento a Estancia Laguna Verde, que de la mano de Beto y Lucho completan una gran experiencia y le quitan toda la aspereza al lugar. Volver de la intemperie y encontrarse con la calidez del lodge es muy reconfortante. Un gran placer disfrutar de sus instalaciones, con exquisitas comidas, riquísimos vinos e imperdibles charlas de sobremesa entre pescadores y anfitriones, acompañadas de alguna bebida espirituosa.
También a nuestro guía Darío Arrieta, que siempre mantuvo el buen humor y supo transmitir confianza, aunque como buen perro cazador, no movió la cola mientras no obtuvo lo que esperaba (Darío Dixit).
Y por supuesto a mis compañeros de viaje Nacho, Claudio (otra aventura negro), Estani y Marcelo. Un verdadero placer compartirlo con cada uno de ustedes.
Como conclusión y más allá del objetivo de trabajo que impulsó nuestro viaje, me pone contento saber que, además de las increíbles posibilidades que ofrece, Strobel también puede ser sinónimo de desafío. Y es justamente lo que nos impulsará a volver.
Amigos pescadores, he cumplido con el deber de transmitir lo que para muchos será una revelación. Este magnífico lugar, pese a ofrecer normalmente pescas memorables, puede mostrarnos su otra cara. No es una pecera. Pero sí una invalorable posibilidad de dejarnos llevar por sus vientos para viajar en el tiempo. Y, si se puede, estar en contacto con truchas de otro planeta.
PD: Se buscan mesías voluntarios para el próximo tropiezo. Quien suscribe preferiría tomarse un descanso.