A las 8 de la mañana salíamos desde Ushuaia rumbo a la laguna Margarita, ubicada entre los lagos Escondido y Fagnano. Me acompañaba Marcelo Oliver, viejo compañero de pesca y fotógrafo personal. Minutos antes nos habíamos encontrado con Javier Soto, Diego Sauza y Oscar Vivas, estaban trabajando en un nuevo programa de pesca para el canal de televisión local y me habían invitado a participar.
Después de recorrer unos 70 kms entre montañas y bosques de lengas llegamos a la laguna. Había poco viento y estaba soleado, condiciones ideales para el tipo de pesca que quería hacer.
Nos cambiamos y armamos los equipos. Después de hacer el copete del programa nos dispusimos a pescar. Quería tratar de mostrar una de las formas, para mi la más divertida, de pescar esta laguna. A pez vi Ver más...A las 8 de la mañana salíamos desde Ushuaia rumbo a la laguna Margarita, ubicada entre los lagos Escondido y Fagnano. Me acompañaba Marcelo Oliver, viejo compañero de pesca y fotógrafo personal. Minutos antes nos habíamos encontrado con Javier Soto, Diego Sauza y Oscar Vivas, estaban trabajando en un nuevo programa de pesca para el canal de televisión local y me habían invitado a participar.
Después de recorrer unos 70 kms entre montañas y bosques de lengas llegamos a la laguna. Había poco viento y estaba soleado, condiciones ideales para el tipo de pesca que quería hacer.
Nos cambiamos y armamos los equipos. Después de hacer el copete del programa nos dispusimos a pescar. Quería tratar de mostrar una de las formas, para mi la más divertida, de pescar esta laguna. A pez visto. Utilizaría para ello una caña #3 de 7,6 pies, línea de flote y leader de fluorocarbono de 9 pies. La mosca elegida fue una Soft Hackle color amarillo oscuro atada en anzuelo #12.
La idea era lanzar sólo sobre el pez visto y no a ciegas como generalmente se pesca en estos ambientes. Con la mosca en una mano y unos lazos de mi línea en la otra comencé a caminar por la orilla, sobre el camino que bordea la laguna. Al poco tiempo vi la primera trucha, estaba a unos 3 metros de la orilla. Primer cast, veo que la trucha gira en dirección a la mosca, voy recogiendo la línea con tirones muy muy cortos hasta que siento una leve tensión, levanto suavemente la caña para clavar y ya veo la reacción del pez que empieza a retorcerse primero y a saltar y a llevar línea después. Pasaron unos minutos y por fin se rinde. Filmamos, sacamos algunas fotos y la devolvemos al agua. Buen comienzo!
No pasaron dos minutos cuando veo otra, cast, pique, pelea y devolución. Parecía que íbamos a tener un día con muy buena pesca pero Madre Natura tenía otros planes al parecer. Comenzó a soplar viento, aparecieron algunas nubes y lloviznó también. Aunque tratamos ya no pudimos distinguir la silueta de las truchas ya que la superficie de la laguna se cubrió de olas . Nos pusimos todos de acuerdo en que había llegado la hora del asadito.
Después del almuerzo y de una larga sobre mesa volvimos a recorrer la orilla de la laguna, pero el clima no había cambiado. Muy difícil verlas. Hicimos algunos tiros a ciegas tratando de adivinar en dónde podría haber alguna trucha pero nada, no hubo suerte. Nuestros amigos de Canal 11 habían conseguido muy buen material durante la mañana y el almuerzo así que decidieron volver a Ushuaia. Marcelo y yo optamos por quedarnos y seguir probando. El viento estaba cediendo un poco y de pronto veo una trucha, la tenía a unos 2 metros de distancia. Lanzo mi mosca y ésta cae a unos 20 cm. adelante de la cabeza y veo todo en cámara lenta, la mosca, el blanco de la boca al abrirse y luego cerrarse. Entonces clavo suavemente y la capturo después de una muy entretenida pelea. Sacamos unas fotos y la devuelvo.
Camino unos 10 metros por la orilla y veo otra. Le tiro una vez, dos, tres...nada. No había ninguna reacción visible en el pez. Insistí y fue recién en el cast n° 9 o 10 cuando por fin encaró mi mosca y la tomó con determinación. Creo que si la presentación de la mosca en los tiros anteriores no hubiera sido tan delicada como fue, ayudada por un leader largo, la trucha se habría asustado y desaparecido inmediatamente en la profundidad del veril. Dio una muy buena pelea, magnificada por el uso de un equipo liviano. Cabe mencionar que el peso promedio de las truchas en esta laguna está entre 1 kg y 1 1/2 kg., con alguna sorpresa de vez en cuando.
Luego de algunas fotos dimos por concluida la pesca. Pero quedaban aún un par de horas de luz, y el lago Escondido estaba muy cerca del camino que nos llevaba de vuelta a Ushuaia. Acomodamos las cañas en el cañero y nos fuimos para allá. Después de recorrer unos kilómetros por una huella algo complicada llegamos a la orilla del lago. La orilla más azotada por el viento, así que decidí acortar el leader y poner una mosca un poco más grande y visible. Opté por una Wolly Bugger marrón en anzuelo # 8, mi favorita para pescar casi todas las lagunas y ríos medianos de la isla.
Los lances y el vadeo no son fáciles ya que tanto fuera como dentro del agua hay troncos y árboles caídos. La técnica consiste en castear hacia los espacios libres de obstáculos y recoger con tirones cortos y lentos, tratando de mantener la mosca más tiempo en esos lugares con más chance de pique y menos de enganche.
El primer pique llegó y la pelea duró poco. Los segundos posteriores a la clavada transcurrieron tranquilos y la trucha estaba cada vez más cerca de la orilla, de pronto, saltó y emprendió una loca carrera hacia un tronco sumergido, dio una vuelta alrededor de él y firmó la sentencia. Estaba muy lejos y profundo como para intentar llegar hasta allá. Tuve que tirar fuertemente de la línea hasta cortar. Respiré hondo y a otra cosa.
Después de un rato sin ver actividad alguna, tanto en superficie como en el final de nuestras líneas, decidimos desandar el camino, pensando ya en calor de la camioneta y en el té que esperaba en el termo.
Haciendo algún cast de tanto en tanto íbamos de regreso cuando me sorprendió el último pique del día, no era una gran pieza pero peleaba como tal, esta vez no había tantos troncos así que al pasar unos minutos la balanza se inclinó a mi favor. Era una trucha marrón de un poco más de 1 kg , corta pero robusta, y muy clara, plateada. Un gran cierre para la excursión de pesca.
Finalmente emprendimos el regreso a Ushuaia, eran casi las 22:00 hs pero el cielo estaba todavía claro, lo que nos recordaba que estábamos en Tierra Del Fuego, El Fin Del Mundo.
Hasta la próxima.