Este fin de semana me escape otra vez a Esquina, en este viaje mi compañero fue Adrian y el guía elegido el gallego Gonzalez. El sábado amaneció con un frío polar (2º) lo que hizo bastante complicada la pesca. Los buscamos por el Parana, y por varios otros lugares, Ingasito, Espinillo, Correntoso. Por la mañana tuvimos 2 piques, uno se escapo y el otro corto. Después de un suculento almuerzo seguimos tratando de ubicar zonas con dorados activos, recién alrededor de las 17 vimos varios cazando mojarras en la boca de un arroyo, pudimos sacar 3 en 15' y se corto. Ya casi sin tiempo volvimos para la posada. El domingo amaneció frío otra vez (7º) arrancamos por el Corriente aguas abajo, pescamos unas correderas muy buenas sin éxito y seguimos viaje hasta un banco de arena muy gran Ver más...Este fin de semana me escape otra vez a Esquina, en este viaje mi compañero fue Adrian y el guía elegido el gallego Gonzalez. El sábado amaneció con un frío polar (2º) lo que hizo bastante complicada la pesca. Los buscamos por el Parana, y por varios otros lugares, Ingasito, Espinillo, Correntoso. Por la mañana tuvimos 2 piques, uno se escapo y el otro corto. Después de un suculento almuerzo seguimos tratando de ubicar zonas con dorados activos, recién alrededor de las 17 vimos varios cazando mojarras en la boca de un arroyo, pudimos sacar 3 en 15' y se corto. Ya casi sin tiempo volvimos para la posada. El domingo amaneció frío otra vez (7º) arrancamos por el Corriente aguas abajo, pescamos unas correderas muy buenas sin éxito y seguimos viaje hasta un banco de arena muy grande donde los pájaros se estaban haciendo un festín con las mojarras (había tantas que robe una con la mosca), bajamos a vadear el banco sin suerte y seguimos por el Inga. Paramos a almorzar y fuimos otra vez al Ingasito donde delante de unos palos subieron a las moscas 2 dorados sin llegar sin llegar a tomarla. Los buscamos por unas lagunas muy buenas que se forman dentro del Ingasito sin suerte. Ya por la tarde salimos al Parana donde vimos un par comiendo mojarras a los cuales no pudimos tentar, aun haciéndoles varias pasadas con diferentes moscas.
Estos viajes sirven para agudizar los instintos y seguir aprendiendo mas sobre esta actividad que realizamos y de la cual por suerte nunca vamos a terminar de conocer.
Párrafo aparte para el Gallego y el excelente servicio que brinda, desde la cómoda embarcación, pasando por las viandas y el alojamiento en la posada hambare.
A descontar el tiempo para volver en un par de meses.